
Hoy hablaré un poco sobre esta gran actriz
Marion Cotillard, nacida en París y estandarte de una nueva generación de actrices francesas de gran proyección y, esperemos, alcancen el estrellato y no se queden en el camino como tantas otras. Nacida en el seno de una familia de artistas,
Marion destacó desde pequeña a actuar siguiendo la estela de su madre, a la cual daba réplicas en los escenariso de los diferentes teatros franceses. Su primera aparición en un largometraje fue en 1994, a la tierna edad de 19 años, en la película
Histoire d´un garçon qui voulant qu´on l´embrasse (Historia de un chico que quería que le abrazaran). En este mismo año recibiría el primer premio de Conservatorio de Arte Dramático de Orléans.
Posteriormente saldría en series como los
Inmortales (otra nueva forma de destruir lo bueno de la película original) o
Extrême Limite, pero no fue hasta que llegó
Luc Besson y escribió
Taxi (no la burda imitación americana) que se dió a conocer al mundo entero con su interpretación de la joven
Lilly y repitiendo papel en las dos secuelas que tanto nos han hecho reir (por lo menos a mí). A partir de entonces se le empezarón a dar papeles más importantes, hasta el punto de aparecer en la película de
Tim Burton Big Fish, lo que supuso la entrada en la meca del cine,
Hollywood.
Hasta que por fin llegó el momento de su gran transformación tanto interpretativa como física, para dar vida a la gran
Edith Piaf en la película
La Vie en Rose, que la llevaría a ganar el Oscar a la mejor actriz. Como se puede observar,
Marion sufrió intensas horas de maquillaje para parecerse a la señorita
Piaf. A partir de este momento, la empiezan a llover papeles de gran importancia y donde se verá su calidad como actriz, como se observa en
Enemigos Públicos donde da réplica a un gran
Jonnhy Depp o en el músical
Nine donde nos demuestra que también sabe cantar. En el 2010, estrenó
Origen un nuevo papel que le acerca al Olimpo cinematográfico y la llevará a rodar con
Woody Allen una película ambientada en su ciudad natal
Medianoche en París.
Espero seguir disfrutando durante mucho tiempo de esta gran actriz, heredera de tantas grandes actrices como
Brigitte Bardot,
Juliette Binoche, Catherine Deneuve que nos ha dando nuestro país vecino, y que, gracias a la propia
Marion Cotillard y
Audrey Tautou entre otras, mantendrán vivo esa gran cantera de actrices francesas.
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