De ponchos agujereados por un puñado de dólares: Morricone - Leone - Eastwood

Nuestro tridente de hoy es el responsable de llevar a la cúspide un género al que ya hemos aludido alguna vez en este blog: el mal llamado spaghetti western y que sería mejor denominar western europeo, porque muchas de sus películas dan vuelta y media a muchos westerns hechos en gringolandia. Estos tres grandes del cine fueron responsbles de la llamada "Trilogía del dólar", que ha dejado imágenes imperecederas en el imaginario del cine del oeste y melodías no menos míticas en nuestros oídos.

La primera peli de la trilogía es Por un puñado de dólares (Per un pugno di dollari), estrenada en 1964 y basada en la peli Yojimbo (1961) de Akira Kurosawa. Como curiosidad, cuando se estrenó esta peli tanto Leone como Morricone no eran nada conocidos en el mundillo cinematográfico italiano, por lo que, para darle un toque más yanqui, aparecían en los créditos con pseudónimo. Sergio Leone era Bob Robertson y Ennio Morricone era Dan Savio (podéis observarlo en el póster original aquí debajo).

En esta peli hará aparición por primera vez ese pistolero solitario interpretado por Clint Eastwood, cuyo sombrero bajo la lluvia, su cigarro y su poncho han quedado en la mejor historia del cine del oeste. Por aquel entonces, Eastwood era un actor totalmente desconocido, tanto en los Estados Unidos como en Europa, y sólo había participado en una serie llamada Rawhide. Aunque Leone había pensado en otros actores para este papel, como Henry Fonda o James Coburn, finalmente fue Eastwood el que se llevó el gato al agua y empezó a forjar su leyenda (negra o no) que aún hoy perdura, como actor y como director.

En 1965 llegaría La muerte tenía un precio (gran título que se inventaron los traductores españoles, ya que el original italiano, Per qualche dollaro in più, no es que fuera muy imaginativo), en la que asistimos a un duelo espectacular entre dos cazarrecompensas: El Manco, interpretado por Eastwood y el Coronel Mortimer, al que dará vida el gran Lee van Cleef, otro de los titanes de esta trilogía. Lo que al principio es un duelo, acabará en una asociación para atrapar al bandido más buscado, interpretado por Gian Maria Volonté.
Por último hablaremos de la cima de la trilogía, o del tridente catacrocker, o de lo que queráis: El bueno, el feo y el malo (1966), interpretada de nuevo por Eastwood y van Cleef, a los que se une Eli Wallach como El Feo. Estos tres personajes verán sus destinos cruzados en la búsqueda de un tesoro escondido, acompañados de una música de Morricone en estado de gracia, que no es mal acompañamiento.

En fin, tres obras maestras (rodadas, por cierto, en Almería) que Europa dio al género. Después Leone daría el salto a los Estados Unidos, donde rodaría Hasta que llegó su hora (Once upon a time in the West) en 1968, peliculón de 175 minutos que la Paramount recortó por excesivos y donde el director pudo contar, esta vez sí, con Henry Fonda, Charles Bronson y Claudia Cardinale, dando una nueva obra maestra al género.

Os dejo con el duelo final de El bueno, el feo y el malo, que creo que es el primer duelo a tres de la historia del cine (que me corrija alguien si me equivoco), que está magistralmente filmado y donde los personajes son como llevados en volandas por la grandiosa banda sonora.

Spooky Cinema V

Ya que se abrieron las hostilidades, y dentro de la sección "Noticias varias", tres de los componentes de este blog tuvieron la ocasión de asistir el pasado 19 de julio a la sesión doble que organizaron los chicos de La Oscura Ceremonia y L'Atelier 13 en el Centro Cívico "Les Basses" de Barcelona. Se proyectaron The Terror of Tiny Town, dirigida por Sam Newfield en 1938, y Plan 9 From Outer Space (1959) de Ed Wood.

La primera sólo cabe calificarla de incalificable. Western rodado íntegramente con actores enanos, ofrece todos los arquetipos de este género a pequeña escala (chiste fácil, lo sé): la lucha entre familias de vaqueros, el amor imposible entre joven y prometedora heredera de una de ellas y valiente vaquero de la otra y, aunque esto no es muy arquetípico, números musicales! La película provoca sensaciones parecidas a Freaks (1932) de Tod Browning: risas pero también extrañamiento ante una atmósfera que, aunque parezca muy normal, no lo es en absoluto. Me quedo con dos momentos entrañables: 1. el camarero bebiéndose cervezas de un golpe en una copa balón más grande que su cabeza (añado foto para vuestro regocijo, gracias Harryhausaniano por tu aportación) y 2. la manera en que cambian las voces de los actores cuando se ponen a cantar. Ayyy, los milagros del cine...

Plan 9 From Outer Space es quizá más conocida que la anterior pero no menos peculiar. Obra del mítico Ed Wood, verdadero visionario del cine al que Tim Burton homenajeó en su película del mismo nombre, ofrece todo lo que proponía este director: platillos volantes colgando de hilos sin complejos y sin voluntad de pasar desapercibidos, tumbas de corchopán y decorados de todo a cien. Si a ello le añadimos que logró la participación de Bela Lugosi en el crepúsculo de su carrera (sin una sola línea de texto en toda la peli, se come la pantalla), no cabe más que recomendarla vivamente porque, como decía el querido maestro de nosotros todos, Jess Franco, para hacer una película sólo es necesaria una cámara (por cutre que esta sea) y una idea. Ed Wood es un claro ejemplo de esto y nunca se le interpuso ningún obstáculo cuando se le ocurrió una peli que rodar. Un último detalle: si Bela Lugosi se come la pantalla, Vampira no se queda atrás en su papel de no-muerta-vampiresa-vuelta-de-la-tumba-para-hacer-pupita. El que esto escribe se declara desde este momento enamorado de Vampira y brinda con la copa balón por Ed Wood y Jess Franco!

Saludamos este tipo de incitiativas y os animamos a continuar con las proyecciones! Nosotros desde aquí nos haremos eco. Eco ecooooooooooooooooo!!!!!