Una historia de un chico que conoce a una chica, pero no una historia de amor, como así nos reza el inicio de esta película. Con lo cuál no veremos una pelí romántica al uso, si no que nos relata con una sutil ironía la relación entre los protagonistas. Viendo el cartel de esta película más de uno, entre los que me incluyo, se sentirá identificado (chico conoce a chica, chico se enamora de chica, chica no).
Tom, un arquitécto que no encuentra su vocación para diseñar edificios, se dedica a diseñar tarjetas de felicitación. Cree encontrar en Summer, la recien llegada empleada en su oficina, el amor de su vida al descubrir, según van pasando los días, la cantidad de cosas que tienen en común.
Entrarán en una espiral de relaciones contradictorias, momentos de pasión, y de dejadez, ya que Summer no busca nada serio, aunque en el último cuarto de película nos sorprenderá la protagonsita y más a Tom. Esta película relata la cantidad de cosas que se pueden llegar a hacer, el cómo seguimos esforzándonos de modo tan risible y rastrero para encontrar sentido al amor… y esperar convertirlo en realidad, aunque en ciertas ocasiones sea más una utopía que una realidad.
Tom, un arquitécto que no encuentra su vocación para diseñar edificios, se dedica a diseñar tarjetas de felicitación. Cree encontrar en Summer, la recien llegada empleada en su oficina, el amor de su vida al descubrir, según van pasando los días, la cantidad de cosas que tienen en común.
Entrarán en una espiral de relaciones contradictorias, momentos de pasión, y de dejadez, ya que Summer no busca nada serio, aunque en el último cuarto de película nos sorprenderá la protagonsita y más a Tom. Esta película relata la cantidad de cosas que se pueden llegar a hacer, el cómo seguimos esforzándonos de modo tan risible y rastrero para encontrar sentido al amor… y esperar convertirlo en realidad, aunque en ciertas ocasiones sea más una utopía que una realidad.
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