Las doce pruebas de Astérix (2)

Seguimos con el repaso a esta gran película que nos animó la infancia.

7. El antro de la bestia.
Los dos protas se tendrán que adentrar en la caverna conocida como el antro de la bestia, que también sería un buen nombre para un bar de copas. Según Caius Pupus nadie salió del antro jamás. Astérix y Obélix saldrán. ¿Qué pasa con la bestia? Mejor ved la peli...

8. La casa que enloquece

Otra de mis pruebas preferidas. Es genial ver a los dos galos volviéndose locos buscando la famosa "forma A 38" y preguntando en las diversas ventanillas. Al final la conseguirán, no sin esfuerzo y poniendo a riesgo su salud mental (la llaman la casa que enloquece por algo).

9. El abismo de los cocodrilos

En esta prueba Astérix y Obélix deberán atravesar un abismo en cuyo fondo hay un río plagado de cocodrilos (regalo de la reina Cleopatra a César). con la sola ayuda de un cable invisible que cruza el foso de lado a lado. Al final caerán al agua, pero los cocodrilos empezarán a volar y acabarán haciendo una coreografía curiosa encima del cable.
10. El venerable de la cumbre
Los problemás de ciática de Obelix le harán dificil la escalada a la cumbre donde les espera este noble anciano que les planteará un enigma. Este enigma consistirá en adivinar qué toallas han sido lavadas con Olimpo, "el detergente de los dioses". Astérix lo adivinará: obviamente Olimpo deja la ropa más esponjosa y suave.

11. La llanura de los muertos

Cuando cae la noche, Caius Pupus acompaña a Astérix y Obélix a una llanura donde deberán pernoctar, avisándoles de que todos cuantos han pasado la noche allí se han hecho caquita en los pantalones del susto. Cuando están durmiendo, empezarán a aparecer espectros de soldados romanos muertos en la batalla que, tras hacer una demostración de distintas formaciones que ni el ejército de Corea del Norte, procederán a intentar atemorizar a los galos, por supuesto en vano, porque estos estaban muy cansados, querían dormir y dejarse de zarandajas.

12. El circo romano

Tras superar todas las pruebas, Astérix y Obélix serán recibidos por César, que les anuncia que la última prueba será en el circo junto a todos los habitantes de la aldea gala. Estos tendrán que enfrentarse a gladiadores y fieras, y no lo harán mal, montarán un buen circo, y valga la redundancia.

Tras vencer en todas las pruebas, Julio César admite que los galos son dioses y se retira a disfrutar del campo con su amiguita Cleopatra. Por su parte Caius Pupus toma la decisión más sabia: retirarse a la isla del placer. Mientras, los galos celebrarán su victoria con su ya habitual banquete, aunque a Obélix no le acaba de convencer y acaba desapareciendo y apareciendo junto a Pupus y las sacerdotisas. Si es que esa isla es para quedarse a vivir.