De nuevo nos referiremos a otra de las películas en las que el maestro Harryhausen dió vida a seres extraordinarios con su Dinamation. Este filme de 1957, dirigido por Nathan Juran (director de otras míticas películas como Simbad y la princesa o El ataque de la mujer de 50 pies, ambas de 1958) y protagonizado por William Hoper y Joan Taylor, nos traslada a un tranquilo pueblo pesquero siciliano donde repentinamente se estrella en el mar, cerca de la costa, un enorme cohete. Unos pescadores consiguen rescatar a un par de supervivientes con vida antes de que la nave se hunda. De los dos astronautas, sólo uno se recupera... éste resulta ser un astronauta americano que viene de una expedición a Venus, en la que han conseguido traer hasta la Tierra huevos de seres venusinos.Como os podéis imaginar uno de estos huevos termina eclosionando... de él aparecerá un pequeño ser reptiloide con morfología humana, que presenta una capacidad sobrenatural para crecer rápidamente. El desarrollo de la historia llevará a este ser, que de unos escasos 40 cm que presentaba al nacer ha llegado a medir más de 4 o 5 m, hasta nada más y nada menos que a la ciudad de Roma. Finalmente la criatura es acorralada en el famoso Coliseo Romano y... si queréis saber cómo termina, no dejéis de verla, realmente es una película de lo más entrañable.
A modo de anécdota, en la versión original, los personajes italianos suelen hablar en español... hasta aquí puedo leer.
Qué incomprendidos fueron siempre estos grandes monstruos, con la vidilla que daban en aquellas ciudades que les daba por arrasar...
ResponderEliminarYa no se hacen películas así....
ResponderEliminar