Si queréis sumergiros en la verdadera magia del cine, os recomiendo ver el documental El último truco. Emilio Ruiz del Río. En él, este maestro español de los efectos visuales nos desvelará sus secretos a la hora de crear escenarios. Este gran maquetista, pintor y escenógrafo, que trabajó en películas como El Cid (1961), La caída del Imperio Romano (1964), Doctor Zhivago (1965), 55 días en Pekín (1963), Conan el bárbaro (1982), Dune (1984) o El laberinto del fauno (2006), entre muchas otras, era capaz de transformar una plaza de toros en el gran Coliseo romano, una playa del Mar Menor en el Dunkerque de la Segunda Guerra Mundial, o el pueblo de Peralada en la ciudad de París. ¿Cómo? Pues con unas impresionantes maquetas, unos virtuosos paisajes pintados en cristal y mucha, muchísima imaginación jugando con la perspectiva.
Emilio Ruiz del Río y Ray Harryhausen en el rodaje de El viaje fantástico de Simbad (1974)
Grandes personajes del cine quisieron contar con los servicios de Emilio Ruiz, como el productor Dino de Lurentiis, con el que firmó un contrato de colaboración trabajando en multitud de sus películas, el gran Ray Harryhausen, para el que realizó los decorados de Simbad y la princesa (1958) y El viaje fantástico de Simbad (1974), o Guillermo del Toro, para el que trabajó en El laberinto del fauno (2006).
Un puente impresionante para Red Sonja (1985)
Emilio Ruiz falleció poco antes del estreno de este documental y con él quizá se vaya toda una forma de entender el cine, que inexorablemente se va perdiendo con el auge de los efectos digitales. Emilio jugaba a engañar el ojo y a hacernos creer lo que nos decía la pantalla. Porque, en realidad, eso es el cine: sentirnos voluntaria y deliciosamente engañados. Todo lo que aparece en plano es real y así lo dice Emilio en el documental: “el secreto es introducir la mentira en la verdad, hacer la mentira verdad”. En su web podéis acceder a fotos y curiosidades de los rodajes en los que participó. Personajes como Emilio Ruiz del Río han hecho del cine un arte mágico y, sólo por eso, desde aquí nuestro homenaje. Os dejo con un fragmento del documental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario