Pues sí, algunos miembrecillos de este blog acudimos ayer a una nueva sesión doble de Spooky Cinema, ese evento ya mítico en Barcelona que organiza la muchachada de La oscura ceremonia y The monster museum. Esta vez el tema era el cine cerebral, y no es que fuera una retrospectiva de Tarkovsky, sino dos pelis de serie B de los años 50, con cerebros como protagonistas.
La primera fue The brain from planet Arous (1957), frikada donde un científico, ya de por sí muy pagado de sí mismo y encantado de haberse conocido, empeora su situación al verse poseído por Gor, un cerebro alienígena con sobrecogedores poderes destructivos y ganas de dominar el mundo. Menos mal que también aparecerá un cerebro bueno llamado Vol, que se encargará de instruir a la novia y al padre del prota, que están las criaturas desconcertadas, para destruir a Gor.Yo tengo debilidad por estas películas, por la ingenuidad de sus diálogos, la exaltación casi infantil del American way of life en un entorno de guerra atómica y la defensa a ultranza de los valores familiares. Vamos, que de progresistas tenían poco. Pero lo que me gana de verdad son esos hilos de los que cuelgan aviones y que nos recuerdan al mejor Ed Wood y todos los demás efectos especiales de corchopán. Me quedo con la escena final en la que un Gor colgado de un hilo es golpeado por el protagonista cual piñata en las fiestas de Jalisco. Impagable.La segunda peli de la noche fue The brain that wouldn't die (1962), que nos narra la historia de un médico que es un poco soberbio, sin necesidad de posesiones ni nada, y que tras un accidente de tráfico con su novia, recupera la cabeza de ésta y se empeña en que puede transplantarle un cuerpo para devolverla a la vida.Aquí ya se nota que hemos cambiado de década porque la peli tiene ciertas cosas curiosas: una es que el protagonista comenzará a buscar un cuerpo para su chica e irá a un club donde dos chicas acabarán peleándose por él rebozándose en el suelo (¡?!), otra es que una de las chicas que aparece en la peli habla con total normalidad de su condición lesbiana y, por último y no menos importante, en este caso la cabeza de la mujer es la que se venga de su novio y le hace pagar el sufrimiento que le causó, con lo que vemos un papel femenino poderoso, en comparación con los que se les solía otorgar a las féminas en estos años (con desmayarse y dar cuatro grititos ya lo tenían todo hecho, no sin antes haber preparado la comida, claro). Esta película tiene más empaque que la anterior, tanto visual como argumentalmente, aunque el final (que no desvelaré) es un poco abrupto. Sólo avanzo que el personaje de Sloth de Los Goonies ya no me parece tan original tras verla...
En fin, que nos gusta Spooky Cinema y que queremos más!!!!!
La primera fue The brain from planet Arous (1957), frikada donde un científico, ya de por sí muy pagado de sí mismo y encantado de haberse conocido, empeora su situación al verse poseído por Gor, un cerebro alienígena con sobrecogedores poderes destructivos y ganas de dominar el mundo. Menos mal que también aparecerá un cerebro bueno llamado Vol, que se encargará de instruir a la novia y al padre del prota, que están las criaturas desconcertadas, para destruir a Gor.Yo tengo debilidad por estas películas, por la ingenuidad de sus diálogos, la exaltación casi infantil del American way of life en un entorno de guerra atómica y la defensa a ultranza de los valores familiares. Vamos, que de progresistas tenían poco. Pero lo que me gana de verdad son esos hilos de los que cuelgan aviones y que nos recuerdan al mejor Ed Wood y todos los demás efectos especiales de corchopán. Me quedo con la escena final en la que un Gor colgado de un hilo es golpeado por el protagonista cual piñata en las fiestas de Jalisco. Impagable.La segunda peli de la noche fue The brain that wouldn't die (1962), que nos narra la historia de un médico que es un poco soberbio, sin necesidad de posesiones ni nada, y que tras un accidente de tráfico con su novia, recupera la cabeza de ésta y se empeña en que puede transplantarle un cuerpo para devolverla a la vida.Aquí ya se nota que hemos cambiado de década porque la peli tiene ciertas cosas curiosas: una es que el protagonista comenzará a buscar un cuerpo para su chica e irá a un club donde dos chicas acabarán peleándose por él rebozándose en el suelo (¡?!), otra es que una de las chicas que aparece en la peli habla con total normalidad de su condición lesbiana y, por último y no menos importante, en este caso la cabeza de la mujer es la que se venga de su novio y le hace pagar el sufrimiento que le causó, con lo que vemos un papel femenino poderoso, en comparación con los que se les solía otorgar a las féminas en estos años (con desmayarse y dar cuatro grititos ya lo tenían todo hecho, no sin antes haber preparado la comida, claro). Esta película tiene más empaque que la anterior, tanto visual como argumentalmente, aunque el final (que no desvelaré) es un poco abrupto. Sólo avanzo que el personaje de Sloth de Los Goonies ya no me parece tan original tras verla...
En fin, que nos gusta Spooky Cinema y que queremos más!!!!!
ENORMES PELIS!!!!
ResponderEliminar