martes, 30 de marzo de 2010

Año Kurosawa

Este año se cumple el centenario del nacimiento de uno de los grandes maestros del cine, el sensei Akira Kurosawa, y varias instituciones, entre ellas la Filmoteca Española, la Filmoteca de Catalunya, Casa Asia, la Japan Foundation y la Universitat de Barcelona, celebrarán multitud de actos durante todo el año para conmemorar el evento. Podéis consultar toda la programación en esta web.

¿Y qué puede decir este humilde escribiente sobre Kurosawa que no se haya dicho ya? Pues poca cosa. Tan sólo que para mí era único en la ambientación de sus películas, en el cuidado de los detalles y, sobre todo, en la caracterización de los personajes, en retratar lo peor y lo mejor del alma humana, sus pasiones y sus debilidades. Para un director de cine no es poco.

Su película que más me gusta es Rashomon (1950), en la que se aleja de los grandes dramas épicos donde los grandes señores feudales y los samuráis se enfrentaban en el campo de batalla (y muchas veces se enfrentaban también con sus propias contradicciones) para ofrecer el relato de un asesinato desde cuatro puntos de vista. Con esta peli, el cine japones empezó a ser conocido en occidente y Kurosawa a convertirse en fuente de inspiración para multitud de cineastas europeos y norteamericanos. Además, su manera de romper el punto de vista en cuatro la hizo muy revolucionaria para la época. Para mí, una obra maestra.
Pero no sólo ella lo es. También lo son Ran (1985), de la que ya hablé en una entrada anterior, Los siete samuráis (1954), monumental película en la que el actor fetiche del director, Toshiro Mifune, da una lección de interpretación y que sirvió de inspiración para la posterior Los siete magníficos (1960) de John Sturges, o Sueños (1990), producida por Francis Ford Coppola y George Lucas cuando el maestro no encontraba financiación en Japón.
Kurosawa era descendiente de una familia de samuráis y eso influyó en todo su cine: por supuesto en la temática de muchas de sus películas, pero también en su forma de trabajar durante años con los mismos miembros de su equipo, que le guardaban una fidelidad reverencial y envejecieron con él. Y para no escribir más, porque la figura del maestro me viene grande, os dejo con unas imágenes de Dreams, para que sea su cine el que hable.

たんじょうびおめでとうせんせい!Feliz cumpleaños maestro!

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